Empecemos por entender que el reumatismo no es un concepto realmente médico, ya que con el paso del tiempo la sociedad ha llegado a nombrar “reuma” o “reumatismo” al conjunto de molestias o dolor que se relacionan con las articulaciones1, ligamentos o huesos, es decir aquellas molestias relacionadas con el sistema óseo y muscular. Este concepto nace del término reumatología, la cual es la rama de la medicina que justo estudia las enfermedades y afecciones relacionadas con las articulaciones.
La artritis, por otro lado, es una enfermedad que produce la inflamación de las articulaciones2 (punto en donde se encuentran dos huesos) y la degeneración del cartílago (tejido que protege los huesos y permite el movimiento natural de las articulaciones), por lo que esta condición produce el daño y roce de los huesos causando dolor, perdida de movimiento y rigidez. Existen varios tipos de artritis, sin embargo, algunas pueden llegar a ser crónicas, degenerativas, causar la deformidad articular y pérdida total del movimiento de los huesos.
¿Cómo identificar la artritis y reumatismo?
Como bien lo hemos explicado, estas son condiciones muy distintas, sin embargo, puede existir mucha confusión ya que muchas veces los síntomas de artritis se pueden identificar como reumatismo, sin embargo, esto dependerá de tu condición de salud, edad y antecedentes familiares.
Aprende identificar una condición de la otra, estos son las principales diferencias:
Reumatismo
- Causa dolor o sensación de rigidez en partes localizadas del cuerpo, se relaciona con el dolor de espalda, de cuello, piernas, etc.
- Puede generar una inflamación articular, a consecuencia de acúmulo de líquido sinovial, el que aceita nuestras articulaciones para permitir el movimiento.
- Sensación de debilidad o falta de movimiento.
Artritis
- Produce dolor articular, generalmente en extremidades que implican más movimientos como las manos y piernas.
- Se tiene inflamación articular en la zona, por perdida de cartílago.
- Presenta enrojecimiento o sensación de calor en la zona afectada.
- Disminución de capacidad para mover la articulación.
Dentro de los tratamientos más recomendados para estas condiciones se encuentran el uso de medicinas analgésicas como el ácido acetilsalicílico, el cual es un poderoso activo que actúa de forma antiinflamatoria y analgésica3, por lo que impide la estimulación del dolor mientras que ayuda a desinflamar la zona afectada. Aspirina®, por ejemplo, es un producto que cuenta con más de 120 años en el mercado y que está especialmente formulado con ácido acetilsalicílico, por lo que es ideal para combatir diferentes tipos de dolor.
Es muy importante que ante cualquier síntoma de artritis y reumatismo acudas con un profesional de la salud para que así tengas un diagnóstico y tratamiento oportuno, procura solicitar un examen físico para que así descartes cualquier padecimiento crónico degenerativo.